Dice el director del Centro Andaluz de Fotografía, Pablo Juliá, que el nombre de Kiki está ligado al de Cádiz sin excusa. El de Cuba también está ligado al de este fotógrafo que ha viajado en numerosas ocasiones a la isla caribeña. Por su forma de ser, es inevitable que Kiki no se quede en lo superficial de nada e intente profundizar en lo más íntimo.Desde que la isla se llenó de esclavos y las creencias politeistas de estos se amalgamaron con el cristianismo de los colonizadores, la convivencia forzada de religiones generó un propia, a caballo entre la magia negra y el cristianismo, es el Reino de Orishas.
Desde hace más de diez años Kiki ha profundizado en el alma de estas creeencias populares y ha retratado aspectos, para los profanos poco conocidos, de estas costumbres. La exposición Reino de Orishas que hasta mediados de enero podremos ver en el Museo de Cádiz (Pza. Mina), nos muestra en imágenes llenas del color del caribe aspectos misteriosos de las creencias más profundas del pueblo cubano. Desde aquí damos nuestra enhorabuena a Kiki y a su mujer Carmen Romero por este magnífico trabajo documental.
